viernes, 8 de febrero de 2013

Otra muda de piel


Le cocine un revuelto de huevos y tomate a mi amigo, el que hizo el camino desde el bar pasando por Plaza Once y volviendo a casa conmigo, como a las 6.00
Aclaraba el día por las persianas desbaratadas de mi habitación y ladrabas en mis orejas desde el día de mañana, yo estoy en el hemisferio del pasado terminando las botellas en bares sucios con olor a alcohol.
Chupo , absorbo pedazos de besos , de lenguas absurdas que ya no se retuercen en mi boca, ya no puedo enredarlas en mi voz.
La loca de mi amiga danesa me preguntó  por vos, “¿estás pensando en ella?” Me tiro caminando por Corrientes hoy… NO!, le contesté… tratando de meter una publicidad programada, un cartel, una modelo de lencería en mi cabeza, una M de Mcdonalds en mi psiquis caliente de tanto recordarte volviendo atrás el reloj.
Calmo mi ansiedad con discos,  con dibujos, con escritos…  y mientras escupo palabras acá escucho peleas por la calle, revientan botellas y se me erizan los brazos, me acelero y quiero morderte, tirarte del pelo y mezclarnos los pies.
5, 6… creo que 7 fueron las veces que te vi, carajos… que mierda voy a hacer?, no tiene sentido que te me metas tan adentro de la piel, que te huela estando tan lejos, … las tripas me hablan de cuentos de hadas, la cabeza piensa en miel… que boludez, pelotuda, entrañable, enamoradiza, conchuda, caliente, adolescente, terca, dual, y todo el mundo viceversa y todo me da igual, ¿qué me importa el Merval, la desocupación en Europa y la guerra en Medio Oriente?… No estás, no estás en la casa de tus viejos, no estás en los eventos, no estabas en mi cama ayer…, no estás en lo de nuestros amigos, ni tampoco en los bares que fuimos la otra vez…
Me afanaste el divague libre, el  silbar una canción, escuchar alguna sin pensarte, de comer sin ver tu cara en una aceituna, de mirar el cielo sin acordarme de tu nariz, de lavarme la cara y no compararlo con tu roce…
Los días y las palomas de Plaza de Mayo me traerán mi esencia, mis pasiones, mi concha, mi humor ácido, la presencia en las reuniones con amigos y los descuelgues en los que no me babees al oído.
El Smog de la ciudad se hará cargo de borrar el aroma que generábamos entre sábanas por los barrios que nos mataban cada noche, cada tarde de placer… los edificios taparán tu delineado y curvo cuerpo, la líneas rectas te borraran toda sensualidad, ya no te podré reconocer.
Y qué contarte  por acá?, tu ombligo lo está quemando el sol de febrero enfurecido y empeñado en reventar antes de que el otoño y las clases refresquen el comienzo del año escolar.
Ya veo tus pies desvanecerse por las veredas… en los colectivos tus manos ya no están…, sentí el último resonar de tu dedo índice en una parada de colectivo por Las Heras, ese que a Barrancas de Belgrano va.
Puta que la respiración se me va, puta que te extraño… te extraño bien puta, te extraño bien mía… así te recuerdo, pero te me vas, te me borras, te me morís en los recuerdos y te me cambias… mutas… mutas pero lo peor es que enmudeces y mi cabeza me juega trucos y ya no sé si vos dijiste lo que yo pensé que sé.
Y boe, aquí yo, allí vos… algún día has de volver y el verano habrá pasado, el pasto habrá cambiado, la gente volverá al trabajo a esperar el aguinaldo y yo comenzaré a abrigarme , a tomar más té, a dejar de pelarme… el frío trae abrigo y hojas secas, el frío te traerá y yo no sé si te reconoceré con otras pilchas más grandes y con otro reflejo en tu mirada, yo no sé si te reconoceré con otra muda de piel.

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